Por MELQUIZEDEC TORREMOLINOS
El reciente triunfo de la llamada corriente uribista dentro del POLO DEMOCRATICO ALTERNATIVO, al resultar electo en su consulta interna el Senador Petro como Candidato a la Presidencia, resulta, por demás significativo, en momentos tan aciagos para el rumbo del país nacional.
El que se haya impuesto la tendencia del Senador Petro alerta sobre la suerte de alternativa de poder para la izquierda colombiana. Un bosquejo de aceptación a los intereses de la oligarquía colombiana, no resulta desdibujado. Es más, encaja dentro de sus perspectivas de sucesión y gobernabilidad. La aspiración de continuidad del estado actual de cosas, perpetúa. La sofisticada retórica de una institucionalidad avante, sin riesgo alguno de sucumbir ante el vendaval de los acontecimientos, resulta la llave mágica del continuismo, ante el inevitable sesgo del fin del período de reelecciones del Mnifuhrer. Esto por cuanto la factura a pasarse no es de gravosa situación para el entorno del liberalismo socialdemócrata, el cual podrá continuar con la supremacía de su accionar predominante para la necesaria coalición con las fuerzas de la izquierda, a las cuales augura la continuidad de andar a la cola del Liberalismo.
Planteamos el análisis a seguir con lo siguiente:
EL POLO DEMOCTRATICO ALTERNATVIO NO SE DIVIDE.
Experimentamos una práctica de democracia interna partidaria lo cual es digno, decente y civilizado. La base del Polo no se rompe y acatará, con sus dirigentes, la suerte del Partido en las próximas justas electorales.
El accionar y la consolidación de la izquierda dentro del Polo si se afecta. El rumbo del Polo como un Partido de izquierda, revolucionario en lucha por una Nueva Colombia, que voltee la arepa del actual estado de cosas, queda desviado. En enunciado de papel quedará el programa y vocación de poder como Partido que se nutre en las canteras del Socialismo.
Se impondrá la conveniencia y ductibilidad de los acuerdos programáticos, sí sinceramente se dan, con la socialdemocracia liberal. El maquillaje de la realidad nacional ante la dramática situación de miseria del pueblo colombiano, pasará por alto, puesto que todo estará enfocado al funcionamiento “optimo” de la institucionalidad con la que se cuenta: Constitución Política y dictadura mediática de la mano.
Difícil no caer en una mecánica electoral y por que no, electorera. Riesgoso plantear la salida negociada políticamente al conflicto, en momento en que se impone su desconocimiento y ecos adocenados de oportunismo, eso sí maquillados, presionan por la eficaz implementación de los resultados satisfactorios de la guerra… En una palabra, con una tendencia de derecha predominante dentro del Polo Democrático Alternativo, la estrategia de la guerra y la fórmula de la derrota militar a la Insurgencia cobrarán fuerza.
La oposición al continuísimo pasa por la oposición a la guerra, contra la salida militarista y expansionista.
EN POLITICA LAS DIFERENCIAS PESAN.
Los espíritus liberales y socialdemócratas en Colombia han enfrentado al aquelarre de situaciones, no digamos ideológicas, sino políticamente inaceptables ante el enseñoramiento de la corrupción, el nepotismo, la impunidad, el “choque de trenes”, el desgobierno. La izquierda opositora legal en Colombia ha enfrentado lo mismo, más al Terrorismo de Estado y la lucha por la soberanía nacional.
El fenómeno de la reelección presidencial en Colombia no sobrevino por sorpresa. Conocedores del papel de los gobernantes de turno de la oligarquía en perpetuar sus intereses; la reelección presidencial no es fenómeno mesiánico ni de ungido de la suerte, el dinero, el terror. En el panorama político latinoamericano de esta década, la reelección presidencial es una constante. Pero correspondería detenerse en cada una de esas manifestaciones en país respectivo, para comprender la enorme diferencia que no solo las motiva, como las impone. Acuciosamente muchos medios acuden a la chocante comparación de la reelección por parte de Uribe y del Presidente Chávez. Imperativo destacar que en la República Bolivariana de Venezuela asistimos a una Revolución política; en tanto que en Colombia una acción militarista contrainsurgente es la que ha denominado la preservación de un gobernante encargado, mandado y apoyado , únicamente para dar el golpe certero contra el Insurgencia, vencerla, y borrar esa realidad de expresión política vigente en el Colombia. Borrarla así porque sí, sin ir a las causas políticas, económicas, sociales que la originaron. Aceptar o no esa realidad importa para el contenido y peso político de la izquierda.
LA SALIDA POLITICA Y EL CONFLICTO ARMADO.
El Establecimiento ha dicho no a la salida política negociada al conflicto colombiano y ha impuesto la guerra. Al próximo debate electoral buscan evitarle que el tema sea de carácter electoral. Que más vigente puede existir en Colombia en momentos de un debate electoral por la Presidencia de la Republica que el tema de la salida política al conflicto colombiano. Pero la derecha y la tendencia a la derechización en Colombia tienden a desconocerlo. Por ello se pone al orden del día la posición del Senador Petro frente al conflicto armado y la solución al miso.
En meses pasados hube de referirme a la posición del senador Petro al respecto y hoy se hace necesario conocer su pensamiento en momentos en que la oposición de izquierda y desarmada ha sufrido un fuerte revés en la consulta interna de su partido y alertado que la tendencia de derechización en Colombia es una tendencia guerrerista y expansionista que anida también en el principal Partido de izquierda en Colombia. Entonces explicábamos: “LA LINEA MILITARISTA DEL SENADOR PETRO. En forma oportunista y deshonesta el senador Petro avala la línea militarista furibista en la solución del conflicto político, económico militar y social en Colombia. So pretexto o peor aún, presentándose como defensor de la Constitución Política de 1991 que consagra el monopolio estatal de la Fuerza armada, allana el camino para la guerra. Dice: “El Polo debe concebir que al tiempo que implementa su política de paz, mantiene el esfuerzo militar y ciudadano para aislar y derrotar a los actores de la violencia”. Mejor enunciado de la guerra no lo tiene ministro alguno del actual régimen furibista. Lo más grave es que plasma toda una política de estado constitucionalizando el paramilitarismo al involucrar al ciudadano; es decir, al civil.
A tono con lo anterior acota: “Una política de paz que haga del ciudadano y no del sujeto armado (sic), el protagonista central de dicho proceso”. Una política de paz constitucionalizada es más esquizofrénica que lo del actual furibismo.
El Senador Petro al constitucionalizar una política fascista de paz discrimina a “los actores armados ilegales” y avala a los actores armados de la fuerza monopólica estatal. Para los “otros” solo queda la rendición “o su derrota militar”. Conclusión: no existe negociación política, ni salida política civilizada al conflicto armado en Colombia; tampoco un Nuevo Pacto Social por una Nueva Colombia.
Y en el enunciado de sus tesis al seno del Congreso del Polo busca la Convergencia democrática “como un acuerdo ciudadano y no como negociación exclusiva con las Farc.” La exclusión de la Insurgencia en el panorama de la política colombiana es el discurso de la derecha hegemónica furibista pero jamás tendrá el aval de la izquierda colombiana. Luchamos por un país en el que quepamos todos.
Actualmente no es una aspiración el que la izquierda colombiana deje de transitar a la cola del Liberalismo colombiano. Es una realidad de peso político específico el estar en capacidad que una política de alianzas aglutine a la socialdemocracia liberal en torno a los programas de la izquierda. Por ello flaco servicio prestan tendencias como las expresadas por el senador Petro en vísperas y/o durante los debates preparatorios al Congreso del Polo. La suerte de la candidatura única del Polo a la Presidencia de la República y la unidad de convergencia democrática en el Congreso del Polo esta en juego en estos momentos”. Hoy , luego de la Consulta interna, la lucha política al interior del Partido es la que nos garantizará la consecuencia del momento.
LA DERECHIZACION EN COLOMBIA
melquizedectorremolinos, miércoles, 30 de septiembre de 2009
Etiquetas:
Derechización en Colombia,
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