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Por qué el Catatumbo...


SEÑORES NotiColombia Press: Como un reportero ad-honorem he redactado el presente artículo que espero sea publicado por ese medio web, dado el fascismo imperante en el Departamento Norte de Santander, que impide cualquier expresión de medio alternativo alguno.



POR QUÉ EL CATATUMBO…

O por qué Ocaña, es la inquietud que surge ante la última masacre perpetrada por el narco paramilitarismo en un barrio de Ocaña, que costó la vida al estudiante universitario CARLOS ANDRÉS RIZO ALVAREZ, de 23 años y dejó gravemente heridos a sus compañeros de estudio, ROBINSON TRIGOS PAREDES, REINEL ALEXANDER PAÉZ GARCIA, GUSTAVO ALONSO SALAZAR CELIS y FREDDY ALONSO BACCA. Luego de ese acto Terrorista de Estado la sicosis colectiva y el miedo arraigado invaden de intranquilidad esa población norte santandereana. El crimen fue selectivo y apuntó hacia la juventud ocañera. El fascismo local imperante le teme a la potencialidad de protesta de esa juventud, en una región o Provincia-como gusta identificarse a los ocañeros- en que el escenario de la lucha armada revolucionaria ha ido de la mano con sucesivas generaciones, durante los últimos cincuenta años.

Los universitarios organizaron la protesta y más de diez mil habitantes recorrieron las calles de la ciudad. Luctuosa marcha “controlada” por los para-estatales. La natural reacción de protesta e indignación causada por el crimen fue controlada por los “apaga fuegos” de la red de sapos furibistas, incrustados en tres organismos de “derechos humanos”: El Defensor Regional del Pueblo, a cargo de Juan Manuel Reyes; El Defensor Comunitario de la Región del Catatumbo, representado por Jairo Santiago Amaya; El Comité Intersectorial de Derechos Humanos, dirigido por el Defensor del Pueblo, Volmar Pérez; se dieron a la tarea , mancomunadamente con el comandante del 2° Distrito de la Policía, José Aníbal Rodríguez Escobar, de impedir la protesta, condicionando la marcha de dolor e indignación por una marcha fúnebre del silencio, ahogando el grito de protesta, señalando como culpables a la generalidad de “los violentos”; difundiendo especies como la del enfrentamiento entre las bandas emergentes de “ los rastrojos” y las “águilas negras” para conservar el corredor de la cocaína de El Catatumbo hacía el interior del país; o como sucede en Medellín o en Cartagena etc.etc.. Todo el juego Mediático fascista aplicado a la distorsión de la verdad y anidar la confusión y la sicosis colectiva, en una opinión publica alienada.

Va para un mes del horrendo crimen y el flamante comandante-director de la policía, imperturbable en su función deshonesta e inmoral, que lo hace mas atrevido en su función criminal de no investigar a los dos efectivos policiales autores materiales del crimen. La reiterada opinión de masa del pueblo ocañero en sus calles identifica la captura de los dos sicarios y de sus otros veinte compinches asentados en Ocaña, como una tarea nada difícil para las “autoridades” de policía si quisieran proceder contra ellos. Pero los militares del Batallón Santander y del Distrito de policía están unidos a los narcos. La red de sapos e informantes furibistas alientan la presencia de población reubicada, generalmente antioqueña que son los visores o enfocadores de la seguridad antidemocrática furibista. Pero el olfato pueblerino de los habitantes ocañeros no tarda en redescubrirlos. Entonces se da el desecho de indeseables ya inservibles por que la comunidad los descubrió y viene el engranaje por parte de los matones de la policía local, con la orgía de sangre que se sucede a diario en los barrios periféricos y en el mismo centro de la situad de Ocaña. Aparecen degollados, o decapitados, asesinados, maniataditos, amarrados, baleados, acuchillados, reportados como “desechables” o de “otras regiones”, en que no estaban haciendo “nada bueno” o “legal” en una versión mas de la criminal practica de los falsos positivos. La red de sapos informantes furibistas aplica una práctica genocida. La población que es desplazada y arrasada por el conflicto, la reubican y repoblan en sectores de ciudades intermedias como Ocaña, que viene a convertirse en estructura de redesarrollo de la cadena de traquetos y narcotraficantes. Precisamente el diario La Nación en el Departamento de El Huila denuncia la presencia de cientos de “vendedores nuevos” en los semáforos de Neiva y en las esquinas de Garzón, como resultado de las fabulosas recompensas anunciadas por el Miniführer presidente a raíz de la retención de un concejal por Insurgentes en esa ciudad intermedia. Lo mismo sucede en Ocaña y a eso no pasa desapercibida la burocracia oficial. Desde empleados municipales, fiscales y algunos jueces, coordinan la red paraca oficialista furibista. Delatan, informan y crean el caos. Confían en la fundamentalista y sectaria misión de golpear así a la subversión o impedirles su ascenso. Estoy contando lo escuchado y difundido por una población aterrorizada. Trato de no sacar conclusiones ni de adelantar la respuesta de las organizaciones guerrilleras cada día mas asentadas en la provincia ocañera.

OCAÑA: Una pagina de la Historia Insurgente en Colombia.

Para un visitante nada desapercibido como yo, resulta por demás “chocante” el tradicional y arraigado conservadurismo de la explicación histórica de la Convención de Ocaña de 1828 y en la que adocenados historiadores locales magnifican como el origen de los dos partidos fratricidas, el liberal y el conservador, en Colombia. En esa Convención llevó las de perder el ideario bolivariano y asentó la derecha santanderista. Pero el proyecto de la Gran Colombia ubicó, desde entonces, la importancia geo-política de la región de Ocaña, siendo un punto equidistante entre Quito – Caracas, asomándola como posible sede de la Capital de la Gran Colombia. La historia repite en el desenvolvimiento de la lucha Insurgente en Colombia. En ella asentó la génesis del Ejército de Liberación Nacional- E.L.N. El desarrollo del Ejercito Popular de Liberación-E.P.L. y a partir del año de 1980 la disciplinada aplicación organizacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. FARC-ep. Mucho, demasiado tiene que responder el ex general Violencia Tovar sobre el tratamiento dado a la población campesina de la Provincia de Ocaña en la aplicación de los Manuales Made In U.S.A por la Doctrina de Seguridad Nacional y de Guerra Contrainsurgente, en que como comandante de la Quinta Brigada en Bucaramanga arrasó, con violación de los derechos humanos, a una población con escenario incontenible e imbatible y convertida en objetivo y enemigo interno por parte del ejercito oligárquico tan ampliamente por él dirigido. En su tenebroso trabajo de contrainteligencia el ex general Álvaro Violencia Tovar aplicó en esa región el invento genocida de los “núcleos familiares” de la Insurgencia. Un enclave étnico predominantemente blanco como el de esa Provincia con secuencial mezcla de familias centenarias arraigadas y con un apasionada idiosincrasia, que no es el objetivo de este artículo, le valió como “material” ante la imposibilidad de “penetrar” el espíritu rebelde, arisco, de ese campesinado…Sobre la hipótesis de los “núcleos familiares del ELN” montó el famoso Concejo de Guerra del Siglo en 1972 contra el E.L.N. Para entonces la “caída” de un supuesto guerrillero de apellido ASCANIO, por ejemplo, conllevaba la maldición para todo quien llevara ese apellido. Las tropas asesinas llegaban a las plazas de mercado de los pueblos y capturaban a todos los que tenían los apellidos de las listas elaboradas por la Quinta Brigada del ejército. En su idolatrada orgía de sangre ese desalmado y asesino ex general que tiene pendientes las cuentas con la justicia popular y penal internacional, se enfrentó a la dura realidad que ese apellido ASCANIO, del ejemplo, contaba con una estela raizal de tres siglos y sobrepasaba de tres mil ciudadanos ese “núcleo familiar”. El resultado de esos progroms fascistas fue el que la oficina de reclutamiento del ejercito colombiano en la Quinta Brigada exoneraba a los de los “núcleos familiares” del servicio militar obligatorio ante la constante deserción “con todo y armamento” hacia la guerrilla. Con la picaresca popular propia de ese ambiente costeño que se vive en Ocaña me contaban el caso patético del general Lanzabalas Reyes, quien al saber que su hijo predilecto estaba enamorado de una ocañera amenazó con desheredarlo, pues ponía en riesgo su prestigio militar, pues allá “en cada casa de esas familias hay un guerrillero”. La suerte benefició fue a la ocañera, pues el predilecto hijo del ex general terminó tras las rejas por físico y directo narcotraficante. También hablan del golazo que le metieron al Montesinos Consejero Obdulio de la Casa de Narquiño cuando no alertó que la esposa del hijo del narco presidente, Ana Sofía Cabrales, era ocañera!. El Caballero de la Motosierra, Mancuso, incursionó en la provincia de Ocaña y El Catatumbo, alimentado por esos trabajos de “inteligencia” de la Quinta Brigada, desplazó a sicarios de Urabá, Antioquia y Córdoba, para recomenzar la salvaje y sangrienta contrarreforma agraria narco latifundista y la penetración de las Alcaldías y el Registro Civil, permitiéndole a su Miniführer la reelección con la doble cedulación y el criminal desplazamiento de la población. Experimenté, sobre el terreno, la desconfianza de las gentes por los foráneos, ante tantos crímenes cometidos “por los de afuera”.

Me interesé en consecuencia por eso de la “guerrillerada ocañera”. Mencionan como mucho respeto- al menos con las personas que traté- a EMIRO ROPERO, comandante del Frente 33, Antonio Nariño, de las Farc-ep y conocido como el Comandante RUBEN ZAMORA. Se admiran de la habilidad y osadía del Comandante MEGATEO, VICTOR RAMON NAVARRO, del frente Libardo Mora Toro, del E.P.L. Sabido es que cuando el proceso de desmovilización del Ejercito Popular de Liberación, los frentes Oscar William Calvo en Caldas, Ramón Gilberto Barbosa Zambrano en Ocaña y Sur del Cesar y Libardo Mora Toro en El Catatumbo, no se desmovilizaron. El trabajo de los desmovilizados agrupados en Esperanza Paz y Libertad- los “esperanzados”- fue centralizado por la Quinta Brigada. Coordinaron el trabajo de la policía política DAS, en los programas del DAS RURAL, para penetrar y controlar a las comunidades campesinas. Esto trajo consigo la formación del grupo paramilitar Los Comandos Populares, con ayuda de un sector del partido liberal y la coordinación de alias SAQUEO, de apellidos Prada González. Permitieron la logística para el asentamiento del Caballero de la moto sierra, Mancuso. Fue cuando desde Bogotá, el DAS, junto con fuerzas especiales del ejercito, en loca decisión, envío una comisión a capturar a MEGATEO. Este los emboscó en Mesa Rica, Hacarí, el 20 de abril de 2006, dejando como resultado diez agentes del DAS, más siete miembros de las fuerzas especiales del ejercito, muertos. Desde entonces comenzó la vorágine persecutoria contra MEGATEO. El coronel José Luis Antolinez Melo del batallón Santander (conocido nacional e internacionalmente por los falsos positivos) es el responsable para su captura o muerte y MEGATEO se ha enfrentado dos veces a sus tropas.

La masacre contra la juventud universitaria ocañera ha estado rodeada de dantescos sucesos. En este último mes en las calles de la ciudad asesinaron con arma de fuego a seis personas; encontraron dos descuartizados y dos degollados en barrios periféricos, también dos acuchillados y se registra un suicidio… En la Ciudadela del Norte, barrios Alto del Norte, motorizados difunden panfletos amenazantes contra dirigentes sindicales y comunitarios entre ellos contra la dirigente cívica YANUBIS DOMINGUEZ. Es detenido el campesino YEINER ASCANIO CASTILLA, de 32 años, a quien el comandante de la policía Richard Portilla, acusa como lugar teniente de MEGATEO y desde hace 20 años miembro del EPL; es decir, desde los doce añitos. El desmovilizado y “esperanzado” FELIX MARIA QUINTERO CARRILLO, alias Roldán” a estas alturas resulta señalando a ex alcaldes de la región de El Catatumbo, como afines al E.P.L. Acusa a ALONSO AVENDAÑO, Alcalde de Hacarí para el periodo 1995-1997 y a su contrincante para ese mismo periodo, como del E.L.N. Acusa a RAÚL CENTENO, Alcalde de Tibú para el periodo 1995-1997. Acusa al alcalde de Teorama, durante ese mismo periodo, HUGO MENESES, como del frente Ramón Gilberto Barbosa. Es decir, ese sujeto hace las “funciones” del computador del Comandante Raúl Reyes. Pero toda esa paranoica creada por el Terrorismo de Estado, va acompañada del despliegue mediático de la caída de laboratorios cristalizadores de cocaína, “encontrados” en los “campamentos” guerrilleros, desde Sardinata( Norte de Santander) hasta San Gil (Santander), absurdo!; en el municipio de La Playa, como en las goteras o afueras de Ocaña: vereda Buena Vista.

Sí. En esta etapa Terrorista de Estado impuesta en Colombia, teniendo como objetivo a la juventud naturalmente rebelde, para inculcar el miedo y la cobardía; lo sucedido en Barranquilla donde exhiben a asnos, perros, descuartizados y con las vísceras al descubierto, izados en los postes de la luz; en donde un funcionario del Alcalde Alejandro Char es descubierto distribuyendo panfletos amenazantes de las águilas negras y es protegido por la policía local; en Ocaña sucede igual.

DIEZ AÑOS DE NARCOPARAMILITARISMO EN EL NORTE DE SANTANDER.

Se dice que en Cúcuta no hay empresario decente que no esté vinculado con los narco-paracos. Que el aparecido ANDRES PORTILLA, Presidente del Comité de Ganaderos del Norte de Santander, lidera la red de contrabandistas de ganado a y desde Venezuela. Que el emergente ex Alcalde narco paraco y ex presidiario Ramiro Suarez Corzo, no responde a la justicia por el uso de los hornos crematorios para desaparecer a los ya desaparecidos y en cambio desea retomar esa Alcaldía hasta financiando firmas contra su protegida la actual Alcaldesa de Cúcuta. Que la empresa Ospina y Cía. en la más descarada y pública acción de lavados de activos proyecta construir un emporio hotelero de más de quince mil millones de pesos, precisamente en la ya conocida como la preciosa Capital del narco- paramilitarismo: Cúcuta.

El 3 de marzo de 1999, con la ayuda de la Quinta Brigada del ejército y del general Bonet Locarno, los narco paramilitares irrumpieron en El Catatumbo. Carlos Castaño, el caballero de la moto sierra, Mancuso, junto con El Iguano, masacraron en La Gabarra a nueve campesinos. Ese Iguano de apellido Laverde, confesó la escalofriante cifra de más de dos mil asesinatos y fue el servidor del ex alcalde paraco Ramiro Suarez Corso de Cúcuta. Desde entonces comenzaron a caer asesinados desde Cúcuta, Pamplona y Ocaña, Abogados, Educadores del Sindicato Asinort, de Asonal Judicial, del sindicato de industria hospitalaria Anthoc, de la Unión Sindical Obrera-USO. Cayeron bajo las balas asesinas del terrorismo de Estado: CARLOS BERNAL, Secretario del Partido comunista Colombiano. TIRSO VELEZ, el Alcalde Poeta de Tibú, el fiscal Carlos Pinto Bohórquez, el asesor de la Alcaldía de Cúcuta Rafael Flórez, los dirigentes populares y sindicalistas DANILO MANDON, GUSTAVO MARTINEZ,IVAN PEREZ, CARMEN SANDOVAL, ROSALBA CALDERON,CRISTOBAL URIBE,SALOMON FREITE,CARLOS BAUTISTA,CAROLA SANTIAGO,ANA VICTORIA JAIMES, FELIPE MENDOZA,ELSA CLARENA,ALFREDO CONTERAS,JUANDAVID CORZO,VICTORIA JAIMES BACCA,FELIPE MENDOZA, OMAR PEÑA.

Causa dolor dejar de registrar tantos cientos y miles de asesinados por el narco paramilitarismo que se mantiene sangrientamente en el poder en Colombia.